En este artículo del blog, trataremos la cuestión de la inflación en Argentina, repasando someramente algunos puntos teóricos relativos a la Teoría Cuantitativa del Dinero en general (y al punto de vista monetarista, tan difundido en Argentina por su simpleza, respecto de la posición fiscal: unas veces señalando la causa de la inflación en la insuficiencia de un Superávit Fiscal dado ó en el decrecimiento de su magnitud-aún siendo no deficitaria; así como la tan esgrimida causación asociada al Déficit Fiscal).
Hay varias cuestiones destacar. Si la inflación se origina en una Oferta de dinero que es mayor que (ó crece por encima del crecimiento de) la Demanda de Dinero, entonces es lógico que a los fines de establecer políticas económicas que logren desactivar el fenómeno de inflación, se prescriban políticas de restricción de la cantidad de Dinero: estas se reconocen tradicionalmente en políticas por parte del Banco Central ó por parte del Fisco; son las llamadas política monetaria y política fiscal.
En Argentina, desde hace años predomina la visión de que la inflación se ha debido a un exceso de Gasto Público: el que el Estado Nacional gaste cada vez más dinero (en la adquisición de bienes corrientes o de Inversión, etc.) tendría la consecuencia de acrecentar la cantidad de Dinero en la economía; con lo cual se produce un Exceso de Oferta de Dinero (por sobre la Demanda de Dinero) y la misma trae aparejada un aumento de precios (pues se supone que ese Dinero adicional persigue la adquisición de bienes y servicios en mayor cantidad que antes, lo que motiva mayores precios de venta, al margen de si en el interín el empleo crece a igual ó menor proporción que los precios, etc.).
Esto suena bastante lógico y es simple; probablemente por eso se ha generalizado como argumento respecto de la causa de la inflación en Argentina desde hace décadas: el Estado crea (con una legitimidad legal ó institucional variable) Dinero, con lo cual produce una Oferta de Dinero que sobrepasa a la Demanda de Dinero.
En los últimos años, en la economía argentina se ha observado una situación de Inflación simultánea a un Superávit Fiscal: aquí la explicación parece haber sido acerca de que el Estado debía haber aumentado cada vez más el Superávit Fiscal, en la evidencia de que al parecer, aún siendo Superavitario la economía mostraba signos de que un exceso de Oferta de Dinero se consolidaba por sobre el nivel de la Demanda de Dinero.
Puesto que en tal caso (Superávit Fiscal Positivo e Inflación) el Estado no agrega Dinero a la Oferta de Dinero de la economía (resultante de políticas del Banco Central, la banca privada, etc.), la consideración de la relación entre Oferta de Dinero y Demanda de Dinero como substrato de los precios, conduce a la Demanda de Dinero: si el Estado no crea Dinero adicional (gasta MENOS de lo que recauda) pero los precios aumentan, entonces el Exceso de Oferta se debe a que, ó bien la política (cambiaria) del Banco Central moviliza demasiado Dinero, ó a que la Demanda de Dinero crece menos que la Oferta de Dinero; ó a ambas.
Puesto que el efecto de la política cambiaria del Banco Central sobre la cantidad de Dinero es conocido (el Peso se devaluó contra una canasta de monedas de modo prácticamente constante desde la salida de la Convertibilidad), señalaremos la relación entre el Superávit Fiscal y la Demanda de Dinero, durante un período de Inflación simultánea a un Superávit Fiscal positivo.
Una economía puede tener inflación en simultáneo a un Superávit Fiscal positivo: de ahí que la existencia de este último no garantiza (ni mucho menos) un comportamiento estable de precios: es decir, el que el Estado NO cree dinero adicional, no garantiza un equilibrio entre Oferta y Demanda de Dinero. Sin embargo, un Estado puede tener Superávit Fiscal (Ahorro Publico) positivo durante años y la economía tener inflación de precios, por la simple razón de que el Estado financia sus ingresos de una manera que atenta contra la Demanda de Dinero privada (Ahorro Privado).
Si un Estado con Superávit Fiscal, en razón de que la economía padece al mismo tiempo inflación de precios, aumentara aún más el Ahorro Público (SF) imponiendo una mayor carga tributaria a sectores de gran competitividad internacional relativa, por ejemplo, fracasaría en el intento por la simple razón de que junto al freno al crecimiento de la Oferta de Dinero, estaría frenando al mismo tiempo el crecimiento de la Demanda privada de Dinero (Ahorro Privado).
Cuando la financiación del Superávit del Estado se realiza de una manera que castiga la Demanda de Dinero (por ejemplo, vía una distribución de la carga tributaria sesgada de modo proporcionalmente mayor en los sectores de mayor competitividad internacional), el Superávit Fiscal obtenido puede fácilmente convivir con un proceso de inflación.
Eso demuestra que el simple dato de la existencia de un Superávit Fiscal positivo es irrelevante respecto a sus consecuencias inflacionarias: en tanto no discrimina acerca de en qué medida sus fuentes de financiación castigan o propician la Demanda de Dinero, dicha observación es abstracta: un Estado podría aumentar su Superávit Fiscal empeorando las condiciones para la Demanda de Dinero (Ahorro Privado) y, así, agravar el proceso de aumento de precios (su resultado contable sería nominalmente mayor, pero en algunos casos podría ser más acotado que antes en términos deflactados).
Del mismo modo, un Estado podría mejorar las condiciones para la demanda de Dinero dejando invariable su saldo contable (Resultado Fiscal: sea Superavitario o Deficitario) y mejorar el proceso inflacionario en tanto crea condiciones para un aumento de la Demanda de Dinero (Ahorro Privado).
En la salida de la Convertibilidad, no sólo se sujetó la economía a un largo período de inexistencia de financiación externa e interna en buenas condiciones (el año 2005 post-reestructuración de la Deuda, el peso se siguió devaluando contra una canasta de monedas), sino que también la forma de financiación del Superávit Fiscal durante los años de los llamados Superávits Gemelos castigó la Demanda Privada de Dinero (uno de los pilares de la política económica era inflacionario en tanto castigara la Demanda de Dinero, al margen de si en sí mismo abatiera o ampliara la Oferta Monetaria: el aumento de la carga tributaria y la sesgada redistribucion del mismo durante un auge externo transitorio constituyen una politica del lado de la oferta tal que aunque se asocie a un superávit fiscal, implicaría una caída en la demanda de dinero).
De modo que, a pesar de su simpleza, el argumento respecto de la adjudicación de la inflación de los últimos años a un Superávit Fiscal Decreciente (en contra de la evidencia de que el Estado no creaba condiciones inflacionarias por la vía de impulsar la Oferta de Dinero) entraña una confusión y no responde a las dos cuestiones fundamentales en que se basa la Teoría Cuantitativa de Dinero: elimina todo análisis respecto de la Demanda de Dinero y, así, deduce una lectura demasiado simple de los hechos.
7 comentarios:
Un gusto volverlo a leer después de tanto tiempo!
2 cuestiones, una teórica y otra empírica.
¿Por qué las variaciones en la oferta de dinero se relacionan, en un caso, con la cantidad de dinero, mientras que, en el otro caso, con la variación de la demanda de dinero? ¿Acaso la oferta y demanda de dinero no se relacionan con la cantidad de dinero? ¿Qué es lo que hace que la demanda de dinero pase a ser una variable independiente, cuando antes no lo era?
¿La causa de la inflación es el desequilibrio entre oferta y demanda de dinero, independientemente de la cantidad de dinero o la creación de dinero por parte del Estado, etc.?
Yendo al caso argentino, si se reduce la carga tributaria a los agropecuarios y exportadores, no ocurriría un déficit fiscal que conduciría a una caída de la oferta de dinero, aunque aumente la demanda del mismo?
¿Existe un modo de financiamiento del superávit fiscal distinto al que ocurre en la economía argentina? ¿O solo la alternativa a esto es el déficit y el endeudamiento externo?
Saludos.
Cómo le va, Oti (comentarista exclusivo del blog :-) )!
No comprendo bien algunas preguntas; parecen estar planteadas para el caso más general, mientras que el argumento del post se orienta a algo más puntual; sin embargo, tal vez pueda responder a las mismas observando algunas cuestiones generales (también).
Durante varios años, en un contexto de crecimiento global y el correlativo crecimiento de la demanda de bienes exportables de Argentina y muchos otros países, Argentina fijó su moneda al Dólar antes de resolver un gran problema de su mercado de capitales (no había reestructurado su Deuda):
Se ató a una moneda que se caracterizó durante varios años por el hecho de que su oferta creció más que las de otras monedas (líderes y no líderes).
Entonces, supongamos que los buenos precios internacionales de los bienes exportables argentinos significaban un aumento de la demanda del Peso argentino a valores históricos anteriores a los de la crisis de la Convertibilidad; luego, ante esa recuperación de la demanda de dinero en Argentina, la economía se encontraba todavía con un gran problema del mercado de capitales que significaría una caída en la demanda de dinero (básicamente, no entrarían capitales de largo plazo y el capital de largo plazo iría extinguiéndose progresivamente de la economía: todo lo cual, se traduce en una caída de la demanda de dinero).
Argentina se ató al Dólar, y con ello creó una oferta de dinero por encima de la media global: así, mejoró los determinantes de la demanda de dinero representada en las actividades de exportación, por un lado, y agravó los determinantes de la demanda de dinero representada en la inactividad progresiva de su mercado de capitales.
Devaluando el Peso junto al Dólar ante precios en alza de los exportables, el Estado lograba una demanda de dinero en alza para compensar una demanda de dinero en caída asociada al mercado de capitales en constante retroceso. El Superavit Fiscal, para apuntalar la demanda de dinero en ese contexto, podia: invertirse en su totalidad en la recuperacion del mercado de capitales. De otro modo, debía seguir devaluando el peso junto al Dólar y gravando a los exportables para compensar la caída en la demanda de dinero (e inflación de costos asociada a la extinción del mercado de capitales).
Aún suponiendo que el retroceso del mercado de capitales (de enormes consecuencias, sobretodo comparando con muchos países de estructura similar a Argentina, cuyos mercados de capital se profundizaban cada vez más al mismo tiempo y en moneda interna) hubiera podido ser paliado por vía del Ahorro Público (Superávit Fiscal), la situación era de una gran fragilidad en lo que respecta al equilibrio entre la oferta de dinero y la demanda de dinero: la probabilidad de que la demanda consolidada de dinero empezara a crecer más lentamente que la oferta de dinero era altísima.
En ese contexto, el superávit fiscal era circunstancial, por así decir: en el mejor de los casos estaba destinado a gastarse en enmendar las consecuencias de la disolución del mercado de capitales.
En ese contexto, atribuir la inflación a un exceso de gasto público, implica una confusión.
Saludos!
"...el Estado crea (con una legitimidad legal ó institucional variable) Dinero, con lo cual produce una Oferta de Dinero que sobrepasa a la Demanda de Dinero."
"... desde hace años predomina la visión de que la inflación se ha debido a un exceso de Gasto Público: el que el Estado Nacional gaste cada vez más dinero (en la adquisición de bienes corrientes o de Inversión, etc.) tendría la consecuencia de acrecentar la cantidad de Dinero en la economía; con lo cual se produce un Exceso de Oferta de Dinero (por sobre la Demanda de Dinero) y la misma trae aparejada un aumento de precios (pues se supone que ese Dinero adicional persigue la adquisición de bienes y servicios en mayor cantidad que antes, lo que motiva mayores precios de venta..:"
Acá está claro que a + gasto + cantidad + oferta que demanda = inflación.
Pero, cuando decís: "Puesto que en tal caso (Superávit Fiscal Positivo e Inflación) el Estado no agrega Dinero a la Oferta de Dinero de la economía (resultante de políticas del Banco Central, la banca privada, etc.), la consideración de la relación entre Oferta de Dinero y Demanda de Dinero como substrato de los precios, conduce a la Demanda de Dinero: si el Estado no crea Dinero adicional (gasta MENOS de lo que recauda) pero los precios aumentan, entonces el Exceso de Oferta se debe a que, ó bien la política (cambiaria) del Banco Central moviliza demasiado Dinero, ó a que la Demanda de Dinero crece menos que la Oferta de Dinero; ó a ambas".
Acá el exceso de oferta se produce sin que el Estado agregue dinero (a lo sumo "moviliza" x el BCRA) y solo porque la demanda no acompaña a la oferta.
Por eso digo que la demanda de dinero, se convirtió en algo independiente de las demás variables.
Entonces el análisis se dirige a las condiciones en que ocurre tal comportamiento de esa variable, pero eso, creo entender, ya no se relaciona con el tema de la cantidad de dinero o la oferta sino con cómo recauda el Estado. Esto no saldría ya de la esfera de la "teoría monetaria"?
Sigo siendo Oti, en el comentario previo.
Ah; sí. Si el Estado no crea dinero adicional vía el Presupuesto (o sea, vía Gasto Público-Recaudación), y hay inflación, el análisis debe pasar a las otras fuentes de creación de dinero (Banco Central).
El análisis de la Demanda de dinero debería existir invariablemente en todo análisis de un fenómeno como la inflación; tanto si es el Estado el que determina la cantidad de dinero, como si es el Banco Central a través de su política cambiaria, etc.
De modo que el análisis de la Demanda de dinero es parte constitutiva de cualquier Teoría Monetaria.
La Demanda de dinero es interdependiente de algunas cuestiones trascendentales como: cómo se crea el Dinero (es el Estado vía Superávit Fiscal el que crea dinero en exceso? Es el Banco Central el que crea el Dinero en exceso?); la explicación de la Demanda de dinero por razones históricas es comparativamente oscura en comparación con la fácil observación de si el Fisco gasta mucho o gasta poco. En todo caso, argumentar que el Estado crea la inflación (aún cuando tiene superávit fiscal! y aún cuando tiene superávit fiscal mientra la economía no dispone de mercado de capitales en el siglo XXI!), sin exponer la naturaleza de la Demanda de dinero, es sencillo pero puede adolecer de grandes confusiones.
En la salida de la Convertibilidad, el Estado argentino alcanzó una posición de superávit fiscal después de una de las mayores convulsiones económicas. La financiación de ese superávit implicaba un fenómeno macroeconómico de una naturaleza inflacionaria muy clara que sólo puede pasar por alto en una argumentación que pretenda justificar la inflación en la creación de dinero por parte del Estado (como diferente al Banco Central) haciendo caso omiso a la Demanda de dinero, por un lado; y además, cuando el Estado no crea dinero propiamente(porque tiene Superávit Fiscal).
La omisión respecto de la Demanda de dinero se da en relación a un largo período durante el cual la economía no disponía de mercado de capitales.
Se puede plantear si la fijación del tipo de cambio en la posconvertibilidad no financió desde el principio una fuga de capitales (al principio imperceptible, excepto en la observación de que hubiera inflación mientras existía Superávit Fiscal, etc.; más tarde, perceptible, etc.).
Se puede plantear la pregunta de si para que la demanda de dinero y la oferta de dinero estuvieran en equilibrio (estático o móvil)en los últimos años, la economía no debiera haber dispuesto en la salida de la Convertibilidad de una flotación cambiaria, una reconstrucción del mercado de capitales (reprogramación de la deuda, etc.) y una posición fiscal basada en un Déficit Público inicial financiado en parte con emisión de Deuda Pública (post-reprogramación de la deuda en Default)y en parte por la recaudación asociada a un sector externo con Superávit comercial, y de alto gasto publico inicial (para reconstruir el mercado de capitales y alentar la demanda de dinero);y una tendencia posterior decreciente del Déficit Público.
Pero para llegar comprender la Demanda de dinero, la relación entre la Oferta y la Demanda de dinero y la relación entre la forma de financiación de un resultado fiscal dado y aquellas; entonces, hay que realizar una correcta lectura cronológica de la economía.
La forma en que el Estado recauda impuestos, o la forma en que el Estado constituye un superávit presupuestario (es decir, cómo se financia dicho superávit)pertenece a la Teoría Monetaria en tanto afecta a la Demanda de Dinero (que junto a la Oferta de Dinero, es determinante del comportamiento del mercado de dinero y los precios-inflación, etc.). El análisis de la Demanda de Dinero pertenece a la teoría Monetaria desde hace muchas décadas (por lo menos desde Wicksell o Keynes, sino antes). Saludos!
Todo lo vinculado con la economía esta bueno y es interesante poder leer sobre ello. Hace poco quise obtener pasajes en pesos para disfrutar desde adentro y conocer la economía de otro lugar
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